Ayer hice una salida exploratoria con el objetivo de comprobar nuevos caminos para llegar desde Santa Fe a Sitges. Y a causa de diversos errores cometidos durante la preparación del trayecto me metí en un lío de esos que recordaré durante mucho tiempo. Pasé casi una hora empujando la bicicleta por un torrente pedregoso pero sobre todo con mucha vegetación que hacía el avance muy complicado. 2,5 km en casi una hora… con eso está dicho casi todo! Como sucede siempre que en cualquier proyecto o empresa hay problemas, estos no tienen un único origen, y es lo que trataré de explicar en esta entrada. Dicen que de los errores se aprende… Aquí están los míos!

– Utilizar una web de diseño de rutas como Komoot y no comprobar después el recorrido. Komoot me ha resultado muy útil para diseñar rutas, pero hay que comprobarlas siempre de todas las maneras posibles! Esta ruta en concreto la había estado creando con variantes, cargando recorridos de Wikiloc, rutas anteriores que había realizado, etc, por lo que al comprobar el recorrido me confundí y pensaba que me hacía pasar precisamente por donde quería pasar. Demasiados tracks abiertos en el programa y poca atención.

– Malinterpretar el comportamiento del Garmin Edge 1030. La falta de comprobación no solamente provocó dar por bueno un recorrido que claramente no lo era, sino que unos metros antes, tampoco había corregido que el track de Komoot incluía una trialera técnica. Al evitarla y seguir por la pista, el Garmin me ayudó a redirigir el recorrido hacia el track. Y cuando me vi ya en el torrente de marras pensé que Garmin había decidido “conectarme “con mi recorrido por su cuenta, y por eso confié en los primeros metros, pensando que el camino mejoraría. Además, en el mapa podía ver otro camino a mi derecha, que ya conocía y que circula más o menos paralelo. Seguí empujando con la esperanza de poder conectar con este.

– La tozudez de nunca retroceder. Siempre tengo la confianza de que habrá alguna salida (y la hubo, después de casi una hora de empujar la bicicleta), pero perfectamente me podría haber encontrado con un paso infranqueable que me hubiese obligado a dar la vuelta. Finalmente logré acceder a un camino viable y me llevé de recuerdo piernas y brazos llenos de arañazos, y la imposibilidad de acabar el track original (la vuelta desde Sitges por caminos de montaña) por falta de tiempo.

Cómo comprobar un track
Lo he comentado anteriormente en la entrada del Pueblo Gravel Tour, construir un recorrido, especialmente si pasa por sitios nuevos para ti es un proceso complejo en el que uno utiliza los recursos que encuentra: Wikiloc, Komoot (aunque no lo mencioné en la entrada, fue uno de los recursos utilizados), y software de creación de rutas como Land. Hay veces que en Wikiloc uno encuentra tracks comentados e incluso con puntos de paso que son muy útiles para hacerse una idea de las condiciones del recorrido. Esto es ideal, pero no siempre sucede. Una buena herramienta para las comprobaciones es Google Earth. Si guardamos nuestro track como un archivo KMZ y lo abrimos en Google Earth y utilizamos las herramientas de navegación sobre el mapa en 3D es mucho más sencillo apreciar los desniveles y el tipo de terreno por el que nos movemos. De haberlo hecho me hubiese dado cuenta de que en el segmento no se observaba apenas ningún camino en las fotografías por satélite y por la orografía observada no era difícil adivinar que se trata de un torrente y por ello no podíamos esperar buena ciclabilidad. Probablemente me hubiese dado cuenta además de que no era por ahí por donde pretendía pasar ayer…

Contribuyendo a la causa
El origen de todo este lío (además de mi falta de comprobaciones) es que Komoot utiliza OpenStreetMap (OSM) para su planificador de rutas y este segmento en concreto estaba incorrectamente identificado. Así que lo que he hecho es modificar en OSM las etiquetas que tenía asignadas este segmento para que en el futuro Komoot no vuelva a recomendar pasar por ahí. Y también he reportado directamente a Komoot el estado del segmento, no recomendándolo para el ciclismo… de ningún tipo!

A modo de resumen: crear un track para la exploración, que por definición trata de lugares que no conocemos de primera mano es una actividad de cierto riesgo y que hay que extremar las precauciones al máximo. Con todo, esto no nos asegura siempre el éxito, cuando nos movemos por la montaña las condiciones cambian mucho dependiendo de la época del año y de cómo ha sido la meteorología y siempre podemos encontrar sorpresas: árboles caídos, vegetación que hace el avance penoso, barro, piedras, etc. Aplicando protocolos de seguridad a la hora de diseñar el recorrido podremos minimizar al máximo los riesgos. Y no olvidéis que hay que compartir vuestra experiencia, editando OSM, comentando vuestras rutas, de manera que nadie pase por lo mismo…
Los comentarios están cerrados.